Nativa de la era digital, Irene aprendió a contar historias desde muy pequeña. Encontró en el video una forma de expresarse, conectar con los demás y materializar los recuerdos. Con esa premisa continuó creando y creciendo hasta desarrollar un estilo personal basado en la honestidad y autenticidad de su narrativa. Un estilo que, acompañado de un cuidado lenguaje visual, dota sus piezas de una sensibilidad única.